La Teoría del Prospecto: Uno de los pilares de la economía conductual
Actualizado: 25 oct 2022


Por: Jaime Unda, psicólogo, investigador ETHOS BT
La economía tradicional asume que los seres humanos (Homo Economicus, como se les conocería posteriormente en la economía conductual) tomamos decisiones basados en nuestras preferencias, identificando las diferentes opciones que nos presenta el entorno, valorando sus consecuencias en términos de nuestros gustos.
Esas decisiones son, en teoría, enteramente racionales. El Homo Economicus no se deja permear por la “irracionalidad” de las emociones, sabe exactamente qué le conviene y por ende no debemos interferir con su camino de ninguna manera, como expone de manera clara el economista Hartmut Kliemt. Sobre este entendimiento se definían y definen los modelos de consumo en los países y las organizaciones, se hacen predicciones y se toman decisiones de política pública y desarrollo económico. Asimismo, las empresas estiman sus ganancias, desarrollan proyectos publicitarios y diseñan productos con el objetivo de ser más atractivas y aumentar sus ganancias.
En 1979, Daniel Kahneman y Amos Tversky, dos psicólogos israelíes famosos en la época por sus investigaciones en la toma de decisiones humanas bajo entornos de riesgo e incertidumbre, crearon la Teoría del Prospecto, que posteriormente daría el premio Nobel de economía al primero. La teoría fue modificada y mejorada a inicios de los años 90 y básicamente plantea lo siguiente:
