¿Por qué votamos como votamos? Una explicación desde las ciencias del comportamiento
Actualizado: 25 oct 2022
¿What´s your bias? o ¿Cuál es su sesgo? Esta es la pregunta principal del libro del psicólogo político y neurocientífico inglés Lee De-Wit, para entender la ciencia detrás de por qué votamos como votamos.
Quisimos, desde Detox Information Project, traerles cinco elementos clave al momento de hacernos esta pregunta, y por qué para este proyecto bandera de ETHOS BT, que utiliza las ciencias del comportamiento, la innovación y la comunicación para reducir nuestra vulnerabilidad a la desinformación y la polarización en Colombia, es un tema de enorme relevancia.
Nuestra postura política no es fija. Así como nuestra personalidad cambia a lo largo de nuestra vida, también puede pasar con nuestra posición política. Siempre preferiremos vernos a nosotros mismos como seres humanos objetivos y libres de sesgos o juicios, pero, como veremos en este artículo, estamos lejos de serlo, sobre todo, en momentos donde tomamos decisiones ligadas a la política.

1. La moralidad de lo que es justo. De-Wit menciona que muchos argumentos políticos terminan estando relacionados con la “moralidad de lo que es justo, ya que nuestros valores morales moldean nuestras posturas políticas y por consiguiente, la manera en cómo votamos”. Nuestros conceptos sobre justicia, equidad o lealtad, se ven reflejados en nuestras decisiones al elegir un candidato. (Para ampliar este concepto le recomendamos el libro “La mente de los justos. Por qué la política y la religión dividen a la gente sensata”, de Jonathan Haidt, psicólogo social y profesor de liderazgo ético en la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York, en su Teoría de los fundamentos morales).
2. El concepto de autoridad y de lealtad de grupo. Estos dos factores, de acuerdo con Haidt, nos ayudan a entender por qué vemos las cosas de manera tan diferente de acuerdo a nuestra posición política. Haidt y sus colegas encontraron, por ejemplo, que quienes se identifican como conservadores, apoyan más el concepto de que “La lealtad a un grupo es más importante que los asuntos del individuo”, mientras que quienes se identifican como liberales, enfatizan en dos valores morales: justicia y proteger a otros de algún daño. En palabras de este académico: “nuestra política es grupal, no egoísta”.
3. Cómo entendemos el riesgo. De acuerdo con un grupo de investigadores liderado por Darren Schreiber, de la Universidad de Exeter, Reino Unido, y las conclusiones de su estudio sobre cómo el cerebro de liberales y conservadores difieren cuando se les presentaba un escenario de tomar riesgos, pudieron comprobar que los conservadores tienen un proceso cognitivo diferente cuando piensan en situaciones de riesgo, haciéndolos más sensibles a posibles amenazas. De manera que, como señala De-Wit, “si tenemos una sensibilidad mayor a la amenaza, de manera natural podemos ver el mundo como un lugar peligroso, por lo que podríamos estar priorizando valores como lealtad de grupo y respeto por la autoridad”, además de querer proteger el status quo.